Joven justo, a Santiago Maldonado por Sergio Cabrerizo


El joven justo
 En el lugar justo y  en el momento justo, murió el joven justo.
 Justo cuando lo habían coronado con su confianza. Los indios, justamente, siempre taimados y recelosos con el huinca. Justo a manos de un estado gendarme que lo hunde en el agua; y los peces que se demoran en dar la noticia. Justo cuando sale del río convertido en gorrión, volando como queriendo mostrarse…como diciéndonos “acá estoy”.
Justo cuando nadie lo veía y nos mirábamos inseguros, y andábamos maltrechos, y nos dábamos cuenta de que no era un mal sueño y mirábamos para arriba buscando un gorrión. Un gorrión que  nos diera seña.
Y nada nos miraba y nada nos  hablaba.
Justo es reconocer que todos teníamos más certezas que dudas; y si mirábamos el cielo, era para buscar cada uno su propio gorrión; ese que nos contara una historia diferente. Porque no es justo soportar  solos tanto dolor.
Justo ahí, caímos en la cuenta de que  éramos miles mirando al cielo con la esperanza de  que alguien nos contara otra historia. También ahí, justito,  entendimos  que no  había otra historia. Que no era justa, que era esa.
Y fuimos miles,  justamente, los que gritamos “”Santiago Presente”.
                                         

                           
                                     Sergio Cabrerizo


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Pasaje del año, Carlos Drummond de Andrade

Caballo Bifronte, novela experimental. Marcelo J. Valenti-Susana Rozas

Poema de Navidad, Vinicius de Moraes